El Himno a la alegría
Quedan dos meses y medio para que termine el año que estremeció al mundo, con nuestro país como uno de los principales protagonistas.
En el palacio de la Moncloa, el “Himno a la alegría”, himno oficial de la Unión Europea, resuena incesantemente. El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presentó recientemente su Plan de Recuperación con el que relanzará la economía y sacará al país de la crisis. Sin embargo, detrás de la melodía de Beethoven y las slides del departamento de Iván Redondo, la pandemia vuelve con fuerza por Europa, y empezamos a llegar al final de un año que jamás olvidaremos, por las peores razones posibles. Es hora de empezar a hacer control de daños en la economía.

PIB
La falta de previsión frente a la COVID-19, provocó que tuviéramos que someternos a uno de los confinamiento más largos y duros. Este parón de la economía se tradujo en una caída récord durante el II Trimestre del año del 17,8% en términos trimestrales, y del 21,5% en términos interanuales. Es algo lógico cuándo has literalmente paralizado la economía. Lo importante es ver cómo ese shock deja los cimientos anteriores.
La economía no es un simple interruptor que enciendas y apagues, sino un circuito, y si alguna parte se moja, el sistema no va a funcionar igual. Se nos dijo que el III Trimestre sería extraordinario, y que marcaría claramente la senda de la recuperación. La sensación de inseguridad global en el turismo, el descontrol de los rebrotes a partir de la segunda quincena de julio, y el señalamiento internacional de España con las cuarentenas, frenaron los ánimos y anticipan un decepcionante resultado. En el siguiente gráfico podemos ver la evolución del turismo durante el año.
Gráfico 1: Llegada de turistas extranjeros a España

Como podemos ver, en agosto incluso descendió el número de turistas que recibimos con respecto a julio, lo cuál es representativo del pinchazo veraniego. Además, según el Banco de España (BdE) los rebrotes durante el verano habrían provocado un frenazo en el consumo por el miedo y las restricciones, lo cuál también afectará negativamente en los datos de esos meses. En septiembre, ya con la COVID-19 plenamente de vuelta, el Purchasing Manager´s Index (PMI) del sector servicios se desplomó al 42,4 frente a las estimaciones del 46,3. Por si alguien lo desconoce, los PMI, son indicadores que nos permiten de forma más rápida cómo va la economía, mediante el seguimiento en una encuesta de una serie de variables concretas del sector: en caso de situarse por encima de 50 estamos en expansión, y por debajo en contracción.
Si lo contraponemos con el PMI del sector manufacturero, vemos como la pandemia ha afectado de peor forma a los servicios. Al ser España un país muy dependiente del sector, esto debería suponer una alerta importante.
Gráfico 2: PMI servicios y PMI Manufacturero

La crisis en la que se encuentra este sector se ve reflejada en la evolución de la cifra de negocios.
Gráfico 3: Índice general de cifra de negocios del Sector Servicios de Mercado

Sin embargo, también es conveniente desgranar el dato para ver cuáles son las actividades concretas que más se están viendo afectadas, así como los territorios, porque si algo caracteriza a esta crisis es lo desigual que es.
Tabla 1: Tasas anuales de los índices de cifra de negocios del Sector Servicios de Mercado: General y por sectores. Agosto 2020. Tasa anual de cifra de negocios. Porcentaje

Gráfico 4: Índices generales: nacional y por comunidades autónomas Agosto 2020. Tasa anual de cifra de negocios. Porcentaje

Con todo esto, a principios de octubre la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) recortó sus previsiones de crecimiento un punto, dejando el crecimiento del III Trimestre en un 13,5%.
Gráfico 5: Estimaciones III Trimestre (AIReF)

Con estos signos, la V asimétrica que se preveía se vuelve más y más alargada convirtiéndose en una W este trimestre de cumplirse los peores pronósticos. En este sentido, Allianz ha previsto una caída en el último trimestre del año del -1,4% por las malas perspectivas de consumo, así como las restricciones en distintas regiones como Cataluña y Madrid. Nuestra dependencia del consumo en el PIB, las nuevas restricciones y la falta de estímulos fiscales, nos dejan en una posición realmente delicada para afrontar la segunda ola del virus.
Gráficos 6 y 7: Sanitary risk vs Covid-19-sensitive consumption components/Economic risk vs expected GDP gap to pre-crisis level

Un buen indicador del estado de la economía es el consumo de las tarjetas, por lo que es interesante ver la evolución del consumo en puntos de venta de Caixabank en la tabla inferior.
Tabla 2: Consumo en terminales de punto de venta de CaixaBank

En el estudio, Caixabank avisa de que la mejoría en la última semana de octubre puede deberse a que este año la Fiesta Nacional fue entre semana (a diferencia de 2019), y que las nuevas restricciones habrían podido aumentar el consumo de bienes de 1ª necesidad de las familias. El dato especialmente negativo sigue siendo el gasto de extranjeros.
Las previsiones económicas más recientes del Gobierno han empeorado sus perspectivas de caída desde un 9,2% a un 11,2%. Sin embargo, los gobiernos suelen pecar de optimismo a la hora de hacer estimaciones por lo que parece lógico hacer comparaciones con otras previsiones.
Gráfico 8 y 9: Previsiones del PIB español (2020) / Previsiones del PIB español (2021)


Como podemos ver, aunque el rango es amplio podemos acotarlo un poco. Hay que mencionar que la estimación más antigua es la de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), por lo que es la que puede estar más desfasada (para bien o para mal). Respecto a las previsiones del BdE, las declaraciones del Gobernador Pablo Hernández de Cos, hacen prever que su escenario base está descartado.
Por tanto, descartando los escenarios bases de ambas instituciones, podemos dejar el rango entre un -11/-13%, siendo optimistas de que el escenario más adverso de la OCDE no llegará a alcanzarse.
El escenario del Gobierno fue avalado por la AIReF, pero advirtiendo de que el escenario del Gobierno quedaba dentro de sus zonas más optimistas y que estaba a expensas de los posibles rebrotes de la COVID-19, y nuevas restricciones. Con ello la AIReF pidió cautela y que se valorase desde el Gobierno la posibilidad de escenarios más adversos a los planteado, a la hora de planificar la estrategia económica.
Las previsiones de 2021 prevén un crecimiento que vendrá determinado por la continuidad de los rebrotes, los anuncios de vacunas/tratamientos que reduzcan las infecciones, y la profundidad del daño sufrido en el año anterior. En un momento en el que las noticias se suceden por minutos, es realmente complicado establecer cuál va a ser el escenario que nos encontraremos.
Por ahora, podemos observar a menos de tres meses de acabar el año, como la mayoría de previsiones del próximo año nos dejan en esta posición respecto a nuestros homólogos (y nuestros no homólogos).
Gráfico 10: Previsiones globales sobre el PIB 2020 (FMI)

DESEMPLEO
En épocas de crisis, hay algo característico de España: su capacidad para destruir empleo. Y tampoco es que en épocas de crecimiento fuese para tirar cohetes, estando normalmente la tasa en dos dígitos, evidenciando un problema estructural a la hora de crear puestos de trabajo.
A 30 de septiembre, 18.876.389 cotizantes según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y el paro registrado se eleva hasta los 3.77 millones. En los siguientes gráficos vemos como va la diferencia, entre este año y el anterior, para ambos datos
Gráfico 11: Evolución cotizantes

Gráfico 12: Evolución desempleo registrado

Podemos ver un desglose del número de cotizantes registrados en función de los sectores y secciones frente a los que había a 12 de marzo.
Gráfico 13: Evolución cotizantes por sectores vs. 12 de marzo

Gráfico 14: Evolución cotizantes por secciones vs. 12 de marzo

La peculiaridad de esta crisis es que hay dos circunstancias que generan una profunda confusión sobre los datos que disponemos del mercado laboral:
· ERTE: Ha sido uno de los pilares en los que el Gobierno se ha apoyado para frenar la sangría de despidos que se avecinaba. Es un instrumento adecuado que proporciona una gran flexibilidad ante situaciones de stress de liquidez, como el que se vivió durante los primeros meses de la pandemia. Sin embargo, estos son instrumentos pensados para ser temporales, y con las continuas extensiones se está empezando a formar una bolsa importante de trabajadores a los que se les va haciendo más difícil salir. Si observamos el gráfico inferior vemos como la cantidad de gente que va saliendo del ERTE, se va reduciendo progresivamente, haciéndose cada vez más plana la curva.
Gráfico 15: Evolución de ERTEs totales y porcentaje de recuperación. Suspensión total y parcial

Para financiarlos el Gobierno solicitó a la Unión Europea utilizar el programa Support to mitigate Unemployment Risks in an Emergency (SURE), por lo que se le concedió un crédito que ascendía a 21.000 millones €. Sin embargo, la factura total se estima en unos 30.000 millones €, por lo que al Gobierno le está costando cada vez más negociar las ampliaciones de los ERTE, que terminarán en enero del próximo año. El secretario de Estado dijo ayer que quedarían actualmente unos 662.000 trabajadores en ERTE, aunque tras la última prorroga es probable que muchas empresas hayan decidido no optar por la ampliación, y empezar a hacer ajustes de plantilla tal y como ha recogido recientemente El Confidencial. Según esta noticia, muchas empresas estarían empezando a preferir realizar ajustes en la plantilla con la consecuente devolución de las ayudas, o directamente el cierre ante la falta de ingresos, a seguir con sus trabajadores inmersos en un ERTE. También El País publicó como algunas compañías estaban intentando sortear las restricciones a despedir. Por tanto, si a medida que siguen pasando los meses esa bolsa no desciende más rápidamente, más probabilidades habrá de que estos trabajadores se encuentren realmente parados.
· Población activa: La pandemia ha provocado restricciones de movilidad, problemas de cuidados de mayores, de los hijos, …. todo eso conduce a que hay gente que no ha podido ir a una oficina de empleo a buscar trabajo y apuntarse al paro. La gente que se ha visto en esta situación sale del mercado laboral, quedando fuera de cualquier tipo de estadística. Según un estudio reciente de Allianz, esto ha sido algo que ha sucedido en todos los países del mundo, siendo especialmente duro en España. En el gráfico inferior vemos como quedaría el paro en los países desarrollados si se incluyesen estas estimaciones.
Gráfico 16: Active population over time (months), Index: 100 = pre-crisis month

Gráfico 17: Official vs “hidden unemployment” rate estimates across developed markets (%)

Esto hace que debamos estar atentos a indicadores como el número de horas trabajadas, para poder ver si el desempleo se ajusta a la realidad del mercado laboral. Según el BdE, este año habrá un descenso en esta cifra del 11% en el escenario base, y del 14% en el escenario adverso.
Las previsiones de paro que se están otorgando por las distintas instituciones están siendo llevadas a cabo sin contar con los trabajadores que se encuentren en un ERTE. En el cuadro inferior tenemos algunas.
Tabla 3: Previsiones de tasa de paro (2020 & 2021)

Podemos comprobar como si bien este año las cifras parecen más o menos concordar, para 2021 hay gran incertidumbre respecto a la evolución del empleo. Esto se debe principalmente tanto a los factores mencionados anteriormente, como a las amenazas que existen de que, durante el primer semestre de 2021, se produzca una oleada de quiebras ante las malas perspectivas de la economía. Algunos de los factores que amenazan con que se produzca lo anterior serían el fin de la congelación de los concursos de acreedores hasta el 31 de diciembre, y de la carencia que se concedió para los préstamos ICO (de la cuál se está debatiendo su posible extensión). Crédito y Caución, que comparte este miedo en una noticia de El Economista, estableció en un estudio de septiembre los siguientes termómetros respecto al riesgo de crédito.
Gráfico 18: Riesgo de insolvencia en España

Hay que recordar que, según un estudio reciente del Banco Central Europeo, España es entre Francia, Italia y Alemania, el país en el que las empresas más recurrieron a deuda avalada por el Estado para capear la crisis, siendo por el contrario el país que menos ayudas directas (subvenciones, aplazamientos fiscales, …) concedió entre sus homólogos. Veremos en los próximos meses si el camino que fue acertad. Podemos ver en el cuadro inferior las cantidades de préstamos avaladas por los Estados, así como se distribuyen en función del tamaño de las empresas.
Gráfico 19: Take-up of loans under public guarantee schemes(escala gráfico izquierda, miles de millones de euros; escala gráfico derecha, miles)

Un hecho que debería preocuparnos es que los que van a tener más dificultad a la hora de recuperar el empleo, serán los que realicen los trabajos más precarios. En EEUU, dónde el empleo se está recuperando más claramente, podemos ver en el gráfico inferior como claramente los salarios altos y medios han vuelto prácticamente a la normalidad, mientras que los que menos cobran son los que se han quedado en el camino.
Gráfico 20: Change in employment by wages

Siendo el desempleo el factor que más determina la desigualdad en España midiéndola a través del índice de GINI, esperemos que los peores pronósticos no lleguen a producirse
Gráfico 21: Relación entre desigualdad y desempleo

El gran problema viene del sector servicios, en concreto la hostelería, que es intensivo en mano de obra, poco sustituible y tiene muy limitado buscar alternativas para poder salir adelante (el servicio a domicilio es la única alternativa, y es limitada). Con las nuevas restricciones y rebrotes, poca esperanza puede tenerse.
DÉFICIT/DEUDA PÚBLICA
En una situación como la actual, el déficit público de todos los países se disparará considerablemente este año y el próximo. Las diferencias se encuentran en que algunos países venían con la mochila cargada de piedras mientras subían la montaña.
España en 2019 se saltó los objetivos de Bruselas, y aumentando el déficit por primera vez con respecto al año anterior desde 2013, a un 2,7% según el INE frente al 2% prometido, siendo además posteriormente elevado al alza por Eurostat hasta un 2,82%. Veníamos oyendo las alarmas sobre la Seguridad Social, la cuál sobrevive a base de préstamos del Estado. Todo esto nos hace partir de una situación de partida realmente mala.
En su informe del 20 de octubre, el European Fiscal Board ha abroncado a aquellos países que incumplieron sus objetivos de déficit en 2019, como España. El organismo nos recuerda que, si hubiesen utilizado los tiempos de bonanza para cuadrar las cuentas, y obtener colchones fiscales, habrían podido afrontar mejor la pandemia. El problema es que como vemos en la tabla inferior, España ha incrementado esencialmente el gasto corriente durante estos años.
Tabla 4: Countries deviating from the recommended adjustment path

Con este punto de partida entramos en la pandemia. Gracias a la intervención del BCE con el Pandemic Emergency Purchase Programme (PEPP), la prima de riesgo de los países más débiles fue anestesiada. Tras la ampliación en junio desde los iniciales 600.000 millones hasta los 1,35 billones €, no se descarta una nueva ampliación en la reunión de diciembre. La idea es que el programa es que termine en junio de 2021, pero que los principales sean reinvertidos como mínimo hasta el final de 2022. Como podemos ver el diferencial del bono español a 10 años frente al alemán ha conseguido ser controlado.
Gráfico 22: Diferencial del bono a español a 10 años frente al alemán

Con este escenario, el Gobierno ha decidido abrazar las subastas de deuda en los mercados a unos bajos tipos de interés. Sin embargo, la gran cantidad de deuda que llevamos acumulando nos obliga a financiar los vencimientos con nuevas emisiones, y no podemos fiarlo todo a que siempre existirán tipos negativos o los programas extraordinarios del BCE. Quizás haber llevado una política fiscal más controlada nos habría ayudado a llevar con más holgura esta crisis. El perfecto ejemplo está en ese superávit presupuestario de los ayuntamientos, que han permitido que estos dispongan de más recursos para afrontar los gastos que implica la pandemia.
El Gobierno tendrá levantado el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (objetivo de 3% de déficit público y 60% de deuda pública) en principio hasta 2022, teniendo libertad de gasto en 2020 y 2021. Esto parece razonable, pero hay que tener cuidado de no generar una bola estos dos años, que nos suponga una corrección presupuestaria más brutal en 2022, cosa que podría evitarse con un ajuste más gradual. Da miedo pensar en el cortoplacismo de una clase política dispuesta a endeudar a una generación tras otra, con tal de poder sacar su próximo eslogan electoral. Además, hemos conocido recientemente que en el Reglamento que regulara la disposición de fondos del Recovery Fund, se ha incluido que los Estados deberán comprometerse a cumplir los objetivos para poder acceder a los fondos. Aunque sobre las condiciones del Recovery Fund hablaré más adelante.
En el informe mencionado anteriormente del European Fiscal Board, ha solicitado a los países que fijen cuánto antes la vuelta a dicho Pacto, e incluso llevar a cabo una reforma para evitar que este levantamiento solo sirva para que los gobiernos vuelvan a aumentar el gasto corriente, en vez de potenciar las inversiones. También solicita que en caso de que se descubra que algún Estado incumplió los objetivos fiscales marcados, y no ha tomado medidas para corregirlo, se les deniegue el acceso a fondos europeos (no los referidos al Recovery Fund, aunque recomienda que se tenga en cuenta esto al medio/largo plazo).
Gráfico 23: EFB proposal for a simplification of the EU fiscal framework

El Gobierno ha activado la cláusula de escape de la Ley Orgánica 2/2012 de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera para poder suspender las reglas fiscales durante los ejercicios de 2020 y 2021.
La AIReF, que en julio pidió al Gobierno aplicar esta cláusula, ha solicitado que establezca un plan de consolidación fiscal a medio plazo.
La única noticia que hemos tenido sobre los Presupuestos es que el Gobierno ha prometido a Bruselas que en el ejercicio 2021 llegará a unos ingresos que superarán a los de 2019, mediante la introducción de nuevas figuras tributarias como la Tasa Tobin (suerte al Ibex) o la Tasa Google (suerte a las empresas que usen servicios de las Tech.), y subiendo el IVA e IRPF. No se ha hablado de recortes de gasto e incluso se ha anunciado una subida del sueldo de los funcionarios y de las pensiones. Aunque viendo como han sido detalladas algunas de las partidas en el documento remitido a Europa, la fiabilidad de las previsiones deja mucho que desear.
Por tanto, parece que el Gobierno utilizaría la austeridad recesiva (concentrar el ajuste por el lado de los ingresos en vez de por el gasto) para intentar cuadrar las cuentas. En el lado del gasto simplemente asume que muchos desaparecerán o quedarán diluidos por el crecimiento que estiman: gastos sanitarios, prestaciones por desempleo, ERTE, …
La verdad, es complicado pensar que no solo vas a igualar los ingresos que tuviste en 2019, después de haber sufrido un shock tan intenso durante el ejercicio 2020, que ya se ha cobrado 100.000 empresas y medio millón de trabajadores, sino que tus subidas impositivas tendrán el efecto recaudatorio esperado. En la economía las bajadas de gasto son certeza, pero las subidas de ingresos son previsiones.
Con este escenario vayamos a observar cuales son las previsiones de déficit y deuda para este año, y el siguiente.
Gráfico 24: Estimaciones Déficit Público

Gráfico 25: Estimaciones Deuda Pública

Es triste ver como las cuentas públicas de España van a quedar presas durante años (o décadas), y que nuestra única esperanza es intentar que este elevado nivel de deuda se camufle a través del crecimiento del PIB, y de que el BCE no decida algún día volver a elevar los tipos de interés. Y nos endeudaremos en buena parte para seguir financiando el gasto corriente actual, dejando preso cada vez más el Presupuesto de una serie de partidas, sin dejar espacio a nuevas posibilidades.
RECOVERY FUND
El Gobierno está intentando salvar la cara ante la opinión pública, mandando mensajes de esperanza e ilusión en base al Plan de Recuperación Next Generation. Es un plan destinado a fomentar las inversiones de los Estados Miembro en la digitalización, y la transición a una economía verde.
Sin embargo, parece que el Gobierno no ha entendido, no ha querido entender, o ha entendido, pero no quiere reconocer como funcionará este programa. Creo que hay que comentar algunos puntos importantes:
· Reformas: El famoso aplauso monclovita de julio, vino a vender la imagen del retorno de un Sánchez triunfal que había sometido a los malvados frugales. La realidad de esa cumbre, en la que la única intervención que a Sánchez se le conoce fue su discusión con la primera ministra de Finlandia, se estableció que los fondos europeos vendrían acompañados de una serie de reformas estructurales, acordes al Semestre Europeo, que ayudarían a dar estabilidad y sostenibilidad a las economías europeas. En el borrador elevado por la Comisión Europea para articular el Reglamento que dará pie a la entrega de fondos, se exige a los Gobiernos presentar un plan de reformas para los próximos 6 años. Estos planes se irán evaluando en cuánto a su contenido y ejecución y suponen un control ex ante del desembolso de los fondos. En el plan presentado por el Presidente de Gobierno, no se hacia referencia en ningún momento a la palabra reforma, dándonos una idea de lo poco que le apetece a Pedro Sánchez llevarlas a cabo. ¿Qué se nos pide? En el Semestre Europeo de 2020, en el que se hacían recomendaciones tomando como base la pandemia, en su considerando 27 se recordaba la vigencia del Semestre Europeo de 2019, en el que se instaba a España a llevar a cabo una reforma de su deteriorado sistema de pensiones, o mantener e incluso profundizar en la reforma laboral de 2012.
Gráfico 26: Impacto del plan europeo de recuperación sobre el PIB, el paro y la deuda pública (escenarios de Funcas para la economía española, 2021–2027)

· Control presupuestario: En principio, se iba a exigir únicamente tener como guía los objetivos del déficit para poder acceder a los fondos. Sin embargo, en las últimas reuniones se ha anunciado que los gobiernos deberán cumplir esos objetivos para acceder a los fondos, lo cual complica los planes del Gobierno en 2022 .
· Destino: El Gobierno se ha dedicado a vender a sus socios parlamentarios preferencias en el acceso a dichos fondos, pero ¿de qué sirve decir que alguien va a recibir una cantidad de dinero sin saber a qué gastarlo? Este dinero está pensado para financiar proyectos concretos, que serán revisados por la Comisión y deben justificar su potencial y necesidad. El manoseo con el que pretende gestionarlo el Gobierno, hace imaginar un caótico e ineficiente uso.
· Controles ex post: Se han establecido una serie de controles que no solo funcionaran antes de mandar el dinero, sino después. Hay que tener en cuenta que la que se está endeudando para financiar el programa es la Comisión Europea a través de la emisión de deuda sustentada por las aportaciones de los socios comunitarios. Por tanto, se ha establecido una fiscalización a posteriori, para salvaguardar los intereses financieros de la UE, pudiendo exigir la devolución anticipada de los fondos en caso de que se detecten irregularidades en la utilización de los fondos.
La triste realidad es que la intención del Gobierno es manejar a su antojo los fondos, y establecer según sus intereses políticos el reparto. Pero hay algo con lo que este Gobierno no contaba: nos están pintando la cara en la prensa europea. Desde todos los frentes, y casi a diario, nos señalan en el resto del mundo como los lastres de Europa: se nos ha llamado Estado fallido, sentenciado a nuestra clase política a la peor de las posiciones. Por si fuese poco, el Gobierno, en su torpeza habitual, ha sacado a la palestra una reforma del Poder Judicial, en un momento en el que se discute fervientemente en el seno de Bruselas, si el rule of law, debe ser tenido en cuenta a la hora de repartir los fondos europeos. Cuándo tienes un Gobierno cuya única mirada se dirige a la portada del día siguiente, el taciticismo cobarde acaba siendo atropellado por la realidad. Lo más importante si un enfermo no quiere que lo pillen, es esconder los síntomas, no airearlos.
CONCLUSIONES
De todos los datos anteriores podemos dilucidar una recuperación lenta, frágil y desigual. Habrá sectores que tardarán años en recuperarse. Durante años hemos oído desprecios a un sector turístico que competía entre los mejores del mundo, y ahora echaremos de menos ese sector puntero. Porque quizás esos fondos europeos no sirvan para crear el nuevo Apple (pensad en cuántas compañías tecnológicas se han creado en Europa en los últimos 30 años), pero sí podrían haber servido para mejorar aún más la competitividad de este sector. Escuchar a ministros proponer cambiar el modelo productivo en 5 años, en vez de intentar salvar primero lo que funcionaba, y que podía servir de palanca para crecer en otros, resulta desalentador. El Gobierno ha cogido los botes salvavidas, y se ha ido dejando a los que llevaban la sala de máquinas, que eran los que hasta entonces habían tirado del barco, hundiéndose con el maltrecho barco. Mientras, el Gobierno buscará en el horizonte otra nave, más tecnológica y verde, que les rescate. Mucha suerte.
En política fiscal parece que el Gobierno pretende cuadrar las cuentas por el lado de los ingresos, sin recortar gasto, y escabulléndose de las reformas que llevan años en un cajón y que no pueden esperar más. Proponen subidas impositivas, en un momento en el que es necesario alentar el crecimiento y la reactivación económica. Es aterrador comprobar como un Gobierno débil y cortoplacista, no asume la responsabilidad del reto que tiene ante sí.
Estamos en octubre, nuestro país ha quedado devastado por una pandemia, a la que ni siquiera podemos estimar el total de víctimas, que está en plena segunda ola, y que ha arrasado la economía, y cambiado la vida de todo un país, y toda una generación. Estamos viviendo una auténtica tragedia, y es desolador esa sensación de que 6 meses después del inicio no hay un plan ni para la sanidad, ni el Estado, ni la economía: es todo improvisación, marketing y ruido, hagshtags desde Ministerios dignos de tazas de Mr. Wonderful (me tienen que explicar quién ha salido más fuerte), que la seguridad jurídica del país ha quedado destrozada (¿cuántas rectificaciones diarias hay sobre qué implican las medidas tomadas?), …. En plena segunda ola hemos visto una descoordinación y caos en la vuelta al verano, sabiendo esta semana que el Gobierno anda desarrollando ahora unos indicadores comunes para todo el Estado.
Tengo 24 años y me encuentro un país que arrastra una década sin haber hecho los deberes en ninguna de las tareas que tenía pendientes, que se ha partido por el populismo y la demagogia, y qué ha perdido todo sentido común en el funcionamiento de la economía. Y esta es la imagen que va a dejar España en la historia de la pandemia.
Gráfico 27: Caída económica vs. Muertes por millón de habitantes

Ante un futuro de incertidumbre y miedo, el único mensaje que sé que escuchare desde Moncloa si se siguen torciendo las cosas será:
Tócala otra vez James.
Tanto el artículo como los gráficos han sido realizados y seleccionados por @nacidoatleti