Nuevo Manifiesto de Los Persas
Cuando Fernando VII vuelve a España tras su cómodo cautiverio en Francia, es informado por diputados absolutistas de la opresión que sufren a manos del reformismo liberal de la Cortes de Cádiz, al que equiparan con un período de anarquía de cinco días que los persas seguían a la muerte de su rey. Estos diputados defendían el retorno a una monarquía absoluta como «una obra de la razón y de la inteligencia… subordinada a la ley divina, a la justicia y a las reglas fundamentales del Estado».

Este manifiesto es la base por la cual Fernando VII declara nula la Constitución de 1812 e inicia una vuelta al Antiguo Régimen. En última instancia, Fernando VII perdió la batalla contra esas nuevas ideas. El liberalismo, con dificultad, consiguió imponerse al llegar el cierre del siglo XIX, pese a la resistencia de los distintos períodos, caos y guerras carlistas. En buena parte, traído de la mano de su propia hija Isabel II, al necesitar del apoyo de las facciones liberales para mantenerse en el poder ante la ofensiva carlista.
El monarca que actualmente ocupa el trono de España, heredero directo de la pretérita Isabel, hace muestras de la misma flexibilidad (¿resiliencia?) que su antecesor. Parece ser partícipe de la nueva corriente ideológica de moda del siglo XXI. Una corriente incompatible con los hoy decrépitos conceptos de Nación y Soberanía Nacional que trajo el liberalismo decimonónico, sobre los que la monarquía moderna descansa y de los que el liberalismo actual ayudado de la izquierda woke se ha desprendido.
Hoy se ha anunciado algo más que un simple centro educativo para la heredera al trono, se ha anunciado una adhesión a los principios globalistas antinacionales. Esto se debe a la decisión que se anuncia hoy de enviar a la Princesa de Asturias a un colegio miembro de la Organización de Bachillerato Internacional, Colegios del Mundo Unido (UWC). La princesa se une así a una lista de destacados alumnos que pasa por miembros de la monarquía belga, holandesa, jordana, políticos europeos de diversa estofa; Kim Han-sol, nieto
de Kim Jong-il, así como el establishment económico y mediático. Este colegio se anuncia como un centro para crear un “movimiento educativo global que considera que la educación es una fuerza para unir a las personas, las naciones y las culturas por la paz y un futuro sostenible.” Aquí una de sus charlas sobre Hispanidad:

Esta visión es diametralmente opuesta a la que debe cumplir el rol de un Jefe de Estado. Más si cabe cuando éste es un monarca. Pero cuando estas ideas atacan directamente a la base de conceptos tan fundamentales para un país como España y su papel en la historia universal, como es la Hispanidad, enviar a la heredera de la monarquía española a estudiar ahí es un total despropósito.

Los comentarios de boomers sobre cómo la Agenda 2030 tiene a un servidor más en la Monarquía cobran una alarmante relevancia. Ya no se puede decir que el rey se vea obligado a participar de estos eventos por el encorsetamiento de su rol constitucional. Esta decisión no puede haber sido forzada y tiene que haber salido del rey y la reina.


Un tuitero dijo una vez que quería una monarquía con pompa y boato. Una monarquía que se avergüenza de ser lo que es, y se olvida de que es la heredera de una de las más ilustres del planeta, no merece representar a la nación española. Un presidente republicano puede hacerlo sin necesidad de avergonzarse de nada.
No sé si al Populismo Ilustrado la monarquía le parece una institución a preservar y defender. Yo opino que una monarquía le será útil en cuanto ésta defienda ideas que les sean útiles. Siendo las de Nación, Soberanía Nacional y quizá tradición, las principales. Un presidente de una República que defienda esos ideales, es tanto o más útil que un monarca que se niega a hacerlo.
Aún hay gente que piensa que después de acudir a un centro educativo como este la princesa Leonor irá a hacer el servicio militar, se subirá a un helicóptero y se dejará caer en paracaídas en el Congreso, pero, si hay algo que la historia ha demostrado, es que la monarquía se adherirá a distintas corrientes ideológicas según convenga a su supervivencia. Está claro que hoy en día dicha supervivencia pasa por convertirse en el CEO de Estaoespañol SA.

Este pretendido Nuevo Manifiesto de los Persas, no hace un repaso de las tropelías que la agenda globalista y woke ha cometido y de las que los lectores ya deben ser más que conscientes. Ni va dirigido a los ojos de un rey que, parece, ya ha tomado partido. Va dirigido a aquellos lectores que, siendo conocedores de lo nocivo de las ideas que extienden sus tentáculos, están dispuestos a dar la batalla. Y quién sabe, tal vez, cuando la balanza se vuelva a inclinar hacia el otro lado, tengamos a un Borbón en nuestras filas.